Tendencias en el norte de México: Crisis sanitaria por el Gusano Barrenador y su impacto en la ganadería
El norte de México se ha convertido en el epicentro de una emergencia zoosanitaria tras la confirmación de casos del Gusano Barrenador, una plaga que amenaza a miles de cabezas de ganado y que ha encendido las alarmas en estados como Nuevo León, Chihuahua y Coahuila. Autoridades federales y estatales han implementado protocolos de vigilancia, pero los ganaderos exigen más recursos para contener la crisis. Aquí te explicamos los detalles, el contexto y las implicaciones económicas de este problema.
Contenido
- ¿Qué es el Gusano Barrenador y por qué es peligroso?
- Casos detectados en Nuevo León: Cronología y acciones oficiales
- Impacto en la ganadería: Pérdidas económicas y reclamos de los productores
- Medidas del gobierno: Vigilancia, cuarentenas y apoyo (¿es suficiente?)
- Contexto histórico: ¿Por qué resurge esta plaga en México?
- Recomendaciones para ganaderos y población en general
¿Qué es el Gusano Barrenador y por qué es peligroso?
El Gusano Barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax) es una larva parasitaria que se alimenta de tejidos vivos, causando miasis (infecciones por larvas) en animales y, en casos extremos, en humanos. Esta plaga es especialmente dañina porque:
- Ataque rápido: Las hembras depositan huevos en heridas abiertas o zonas húmedas (como ombligos de terneros), y las larvas eclosionan en menos de 24 horas.
- Daños graves: Las larvas excavan galerías en la piel, causando dolor intenso, pérdida de peso, disminución en la producción de leche y carne, e incluso la muerte del animal si no se trata.
- Transmisión acelerada: Un solo animal infestado puede propagar la plaga a todo un hato en días, especialmente en climas cálidos como los del norte de México.
- Costos económicos: El tratamiento es caro y requiere mano de obra especializada. En 2020, un brote en Panamá generó pérdidas por más de $50 millones de dólares.
México había logrado erradicar esta plaga en 1984 gracias a un programa conjunto con Estados Unidos y Canadá, pero su reaparición en 2023 (primero en Yucatán) y ahora en el norte ha generado preocupación por un posible retroceso en 40 años de avances sanitarios.